jueves, 7 de abril de 2016

Orgullo cristiano

Tener fe ha de servir para ser más feliz y más bueno. 

El hecho de ser una persona con creencias o valores religiosos no te hace estúpido, ni fanático, ni de derechas (ni de izquierdas...), ni retrógado, ni sectario, ni poco democrático. 

Es más, la religión de Jesús, el cristianismo, nos debería hacer más solidarios, más comprensivos, más universales (eso significa católico...), mejores ciudadanos, más reflexivos y críticos, más participativos en las cuestiones sociales, gente que se afana por la dignidad, la paz y la justicia, defensores de los débiles, los niños, los ancianos, y promotores de la vida digna para tantas personas que sufren la pobreza o la soledad. 

Esos somos los cristianos. 

Sentimos a Dios como un Padre que nos cuida, estamos en una Iglesia diversa y unida que no es ninguna secta sino un lugar donde el pensar y el sentir y vivir del Pueblo de Dios nos hace ir descubriendo novedades en nuestra propia fe. Ayudamos a la gente sin preguntarle credos ni ideas políticas. No tenemos todas las respuestas ni nos creemos mejores que nadie. 

Pero nos sentimos felices por tener fe en Dios y sabernos cristianos y amigos de Jesús y hermanos de todos los hombres y mujeres, incluso hermanos, como el buen Francisco de Asís, de todas las criaturas de la tierra. 

Y no somos perfectos, pero tampoco es justo estar todo el día pidiendo perdón como un mantra por nuestros errores o los errores de la historia o sentirnos avergonzados por ir a misa, o rezar o ir a una procesión o ponernos una cruz o plantearnos nuestra manera de vivir la familia o simplemente la vida. 

Yo soy cristiano y me siento agradecido. 

Dios me regaló muchas personas y me ayuda a seguir adelante a pesar de mis errores. 

Porque hay algo que nunca perdemos los que tenemos fe, aunque sea muy poquita o débil: tenemos esperanza. Esperanza en que el Amor vence al miedo, al dolor y a la muerte. Tener fe te deja siempre la puerta, o la ventana abierta, para poder respirar. 

Ser cristianos no te hace estúpido. La estupidez está universalmente repartida, sin tener en cuenta las creencias, las zonas geográficas, la política... 

Aunque es cierto que últimamente la estupidez parece crecer de modo asombroso,jejeje. 

Yo soy cristiano. Y muy bien.

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